miércoles, 11 de febrero de 2009

Los terroristas compraron en Madrid la tarjeta prepago una semana antes del atentado


Miembros de la organización terrorista ETA estaban o pasaron por Madrid varios días antes del atentado con coche-bomba del lunes. La tarjeta prepago con la que telefonearon advirtiendo de la colocación de la furgoneta en la calle Ribera del Loira, junto al Parque Ferial Juan Carlos I, fue adquirida durante la semana previa al atentado, muy probablemente antes del fin de semana, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
La Policía maneja varias hipótesis sobre la comisión del atentado y una de ellas es que ETA cuenta con algún tipo de infraestructura estable en Madrid, ya sea algún escondite o colaboradores.
Sus sospechas se basan en la adquisición de la tarjeta prepago en Madrid y en el hecho de que los terroristas telefonearon advirtiendo de la colocación de la furgoneta-bomba a tan sólo un kilómetro de donde la acababan de aparcar, aumentando el riesgo a enfrentarse a un control policial si tuvieran que recorrer muchos kilómetros para esconderse.
Además, los terroristas eligieron un lugar poco conocido de la Comunidad de Madrid, la pequeña localidad de Navagalamella, para robar la furgoneta que luego cargaron con los explosivos. Cuatro años antes y a pocos kilómetros de allí, una pareja robó otro vehículo y montó la bomba que luego explotó en el barrio de San Blas el 25 de mayo de 2005.
Una de las tareas a las que se encomiendan ahora los investigadores es localizar el lugar donde los terroristas cargaron con explosivo la Peugeot Partner robada a partir de las doce y media de la noche en Navalagamella. Entre esa localidad del noroeste de Madrid y el Ifema hay unos 50 kilómetros, una distancia que se recorre en alrededor de 45 minutos.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó este miércoles que una de las hipótesis que manejan los investigadores apunta a que ETA podría tener una infraestructura estable en la Comunidad de Madrid, aunque añadió que esta posibilidad "no es la más verosímil" de las que tiene encima de la mesa la Policía.
Por el momento, ya se han impartido instrucciones para reforzar la seguridad en horarios y zonas 'calientes', medida que se suman a los controles antiterroristas que ya había puesto en marcha el Ministerio del Interior antes del atentado del lunes.

La Policía cree que ETA tiene un depósito de explosivos en Madrid

La Policía no cierra ninguna hipótesis sobre el atentado de ETA en Madrid. Pero todo apunta a que los etarras cuentan con una importante infraestructura en la comunidad madrileña o en sus cercanías que incluiría, al menos, un depósito de explosivos.
A todos los especialistas de la lucha antiterrorista se les ponen los pelos de punta cuando analizan con frialdad los datos sobre el atentado del lunes. Todo apunta en una dirección: ETA cuenta con infraestructura sólida en la capital, probablemente con un grupo de colaboradores asentados en la Comunidad, y no se puede descartar que tenga un nuevo comando Madrid.
Pero todos los responsables policiales de la lucha antiterrorista han recibido consignas de poner una gran sordina a las investigaciones sobre este atentado y evitar cualquier referencia a la irrupción de un nuevo comando en la capital. No obstante, las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que, del estudio detallado sobre el modus operandi llevado a cabo por los etarras en su última acción, todo hace sospechar que disponen de al menos un almacén en la comunidad madrileña o en las vecinas, donde guardan material explosivo para la fabricación de los coches bomba.
Los analistas policiales entienden que no tiene ningún sentido que la banda haya desplazado un comando cargado con explosivos desde Francia o el País Vasco hasta la Comunidad de Madrid, haya robado luego un vehículo en la capital, haya colocado el explosivo en él y haya trasladado posteriormente el coche bomba al Parque de las Naciones.
Los expertos creen más probable que ETA cuente con un depósito cerca de Madrid del que se nutrió para confeccionar su último coche bomba. Estos analistas entienden que puede ser desde un zulo hasta uno o varios garajes.
Además, apuntan que es muy probable que cuente con un importante grupo de colaboradores asentados en Madrid o en sus ciudades satélites. Estarían viviendo de alquiler y, periódicamente, cambiarían su ubicación para dificultar las actuaciones policiales.
Ya hace años, los colaboradores de los diferentes comandos Madrid se movían en alquileres por poblaciones cercanas de Madrid. Incluso, uno de los comandos operativos que actuó en la capital tuvo su piso franco en Salamanca. Estas fuentes recuerdan que ya durante años la Policía puso en marcha un operativo de rastreo en las viviendas y pisos de alquiler que incluyó, también, un seguimiento muy preciso sobre las habitaciones alquiladas. Son muchos los especialistas en la lucha contra ETA que entienden que, analizados los últimos datos, quizá haya que recuperar esta estrategia policial de investigación.
Los especialistas recuerdan también que los etarras que perpetraron el atentado de Madrid realizaron las llamadas de aviso a Cruz Roja y Bomberos desde apenas un kilómetro de la zona donde aparcaron el coche. Las normas de ETA aclaran que esas llamadas se realizarán cuando el comando esté ya en «zona segura».
Además, la tarjeta desde la que se realizaron las llamadas de aviso fue adquirida en una tienda de Madrid. La Policía interrogó ayer a los propietarios de ese comercio para averiguar si recuerdan datos de los comprobados.
Además, los tres atentados perpetrados por la banda terrorista en 2005 con coche bomba en Madrid siguen sin resolverse, según informa Europa Press, lo que abunda en la sospecha de que ETA dispone de infraestructura cercana a Madrid desde hace años.
Por otra parte, ayer continuaban en el Campo de las Naciones de la capital los trabajos de reparación en los edificios afectados por la bomba del lunes. El coste de los daños materiales provocados por ETA se ha cifrado en tres millones de euros.

Los terroristas telefonearon a tan sólo un kilómetro de la furgoneta

El atentado con el que ETA reapareció en Madrid después de más de dos años sin fijarse en la capital de España ha aportado una principal novedad en el 'modus operandi' de los terroristas: la llamada por la que avisaron a los servicios de emergencia de que la explosión iba a producirse a las 9:00 fue realizada desde tan sólo un kilómetro de distancia de donde acababan de aparcar la furgoneta-bomba, informaron a Europa Press fuentes de la investigación.
Según esto, al menos un terrorista aparcó poco antes de las siete y media de la mañana la Peugeot Partner en la calle Ribera del Loira 42. Entonces, se bajó del vehículo, subió a un segundo coche y a los pocos minutos, ya en la autopista de Barcelona, realizó la primera llamada de aviso a los Bomberos de la Comunidad de Madrid en nombre de ETA, con registro de entrada a las 7:34.
Ahora los investigadores intentan reconstruir las horas previas al atentado. Por el momento, tienen la seguridad de que el vehículo fue robado en la localidad de Navalagamella (noroeste de Madrid) a partir de las 00:30 horas de hoy y que los terroristas no le doblaron las placas de matrícula.
El dueño de la furgoneta es un joven de 26 años que había trabajado la jornada del domingo a cientos de kilómetros de su casa, como técnico de sonido, en la retransmisión de un evento deportivo. Aparcó el vehículo pasadas las doce de la noche a escasos metros de su casa, un chalet como el resto de las edificaciones que ocupan la calle, sin comercios y poco transitada.
Una llamada de la Policía le despertó a la mañana siguiente para informarle de que su coche había sido robado por ETA y que de él ya sólo quedaba un amasijo de hierros. "Otras veces tengo material del trabajo y otras cosas en el coche, pero anoche la furgoneta estaba vacía", declaró a Europa Press.
DOS 'LEGALES' DE REGRESO AL PAÍS VASCO
La principal hipótesis policial es que dos terroristas sin fichar, probablemente un hombre y una mujer, viajaron por la noche desde el País Vasco al noroeste de Madrid, robaron la furgoneta y cargaron en algún punto el explosivo. De madrugada y en coche, la distancia entre Navalagamella y el Parque Ferial Juan Carlos I se puede recorrer en poco más de 45 minutos.
La policía duda aún de si los terroristas transportaron el explosivo desde el País Vasco o lo recogieron en algún otro punto señalado por supuestos colaboradores. Estos podrían haberles indicado donde podían robar el vehículo, pero también podría haberse dado un viaje a Madrid en días anteriores por parte de los autores materiales para hacer comprobaciones e inspeccionar las zonas donde iban a actuar, como hizo el 'comando Elurra' antes de volar la T-4.
La explosión produjo un cráter de tres metros de ancho y uno de profundidad y causó graves daños materiales en varios edificios y más de sesenta coches. Los expertos de la Comisaría General de Policía Científica trabajan ya en el estudio de los restos recogidos y en 48 horas podrán concluir qué material ha sido utilizado y, a partir de ahí, la cantidad empleada en esta ocasión por ETA, precisaron las fuentes consultadas.

ETA reaparece en Madrid con un coche-bomba en el Campo de las Naciones

Sobre las 9.00 de la mañana una furgoneta-bomba hizo explosión frente a la sede de la citada compañía en el Campo de las Naciones de Madrid, una hora y media después de que los Bomberos de la Comunidad, la Cruz Roja y el Samur recibieran un aviso en nombre de la banda terrorista. El atentado ha ocasionado daños materiales en los edificios colindantes, en un puente bajo el que fue aparcado y en más de 60 vehículos estacionados en la zona.
Cuatro llamadas alertaron sobre las 7.34 de la llamada de la colocación de un vehículo provisto de explosivos a la altura del número 42 de la calle de la Ribera del Loira de Madrid. Minutos después, agentes de la Policía Nacional acordonaron y desalojaron a centenares de empleados que trabajaban en las inmediaciones, donde finalmente a las 9.00 horas estalló una furgoneta Peugot Partner, a la que los etarras no había doblado las matrículas.
La explosión, que se oyó en varios municipios madrileños, dejó un cráter en el suelo de tres metros de diámetro y provocó retenciones de tráfico de hasta 10 kilómetros en toda la zona que rodea el Campo de las Naciones, en direccióna la carretera A-1. Ante el aviso de bomba, se cortó también durante 45 minutos la línea ocho del Metro de Madrid entre las estaciones de Mar de Cristal y Barajas
TARJETA PREPAGO.
Todo apunta a que los terroristas sustrajeron la furgoneta durante después de la medianoche en el municipio madrileño de Valdemorillo, a unos 45 minutos por carretera del lugar del atentado. Con un móvil de tarjeta prepago telefonearon a los Bomberos de la Comunidad de Madrid a las 7:34 y cuatro minutos después a Cruz Roja y al Samur. A las 8.13 horas, la Policía ya había localizado la furgoneta y comenzaba el desalojo de las empresas ubicadas en la zona. El dueño del vehículo no había denunciado todavía el robo.
Esta no es la primera vez que los pistoleros se detienen en la localidad de Valdemorillo. En mayo de 2005, una pareja de etarras se detuvo en esta misma localidad para montar un coche-bomba, que acabó explotando horas después en el barrio de San Blas y causando heridas leves a 52 personas.
Por su parte, el parque ferial Juan Carlos I ya fue objeto de otro atentado cometido por la organización terrorista hace justo cuatro años. El 9 de febrero de 2005, los terroristas colocaron un coche-bomba junto a la plaza de Don Juan de Borbón, avisando con apenas 40 minutos de antelación en el mismo día en que los Reyes inauguraban la feria ARCO.
ATENTADOS CONTRA FERROVIAL
ETA ha decidido atacar ahora una de las compañías participantes en la construcción de la 'Y vasca', después de advertir en un comunicado fechado el pasado 21 de enero de que el "proyecto destructor" del TAV y los trabajadores que en él participan seguirán siendo uno de sus objetivos hasta que "suspendan" las obras. Ferrovial, en alianza con Fonorte, se adjudicó en 2007 un subtramo del proyecto que unirá Legutiano con Eskoriatza. La banda también reivindicó entonces el asesinato del empresario Ignacio Uría, responsable de Altuna y Uria.
De hecho, la organización ya dirigió sus ofensivas contra Ferrovial en 2001, cuando asesinó al subdelegado de la compañía, José Edmundo Casañ Pérez-Serrano. En ese momento, ETA desarrolló desde 1989 una campaña de amenazas y atentados contra las obras de la autovía de Leizaran que se extendió hasta su inauguración, seis años después.
Para el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el atentado "ratifica la decisión del Tribunal Supremo" que ayer procedió a anular las candidaturas presentadas por Askatasuna y Demokrazia Hiru Milloi (D3M) a los comicios vascos del próximo 1 de marzo, al constatar que están vinculadas a la ilegal Batasuna y, por tanto, a la organización terrorista ETA.
La explosión de esta mañana eleva a 44 las ocasiones en las que la ETA ha elegido este método para atentar en Madrid. La última vez atacó el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006, que acabó con la vida de los dos ciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armandio Estacio.

lunes, 2 de febrero de 2009

El entorno de ETA reduce drásticamente los actos callejeros y sus apariciones públicas para impedir ser fotografiados y fichados

¿Por qué cada vez se queman menos cajeros o contenedores? ¿O por qué se lanzan menos cócteles-molotov? La ‘kale borroka’ es conocida como la cantera de ETA. De hecho, actuales dirigentes de la banda terrorista han participado en numerosos actos de violencia callejera. Ante esta situación, en los últimos meses, el entorno proetarra ha restringido de manera considerable sus apariciones públicas.
Así lo reflejan varios informes elaborados por las Fuerzas de Seguridad y a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital. Hay menos manifestaciones violentas y menos actos callejeros. Y eso se debe a que se quiere evitar dar la cara, evitar ser fotografiados y fichados por los servicios de Información, y pasar a la ‘ilegalidad’.
Esta conclusión, como decimos, ha sido obtenida después de estudiar la ‘desaparición’ paulatina de las calles de estos militantes proetarras que, probablemente, podrían pasar en un futuro cercano a formar parte de la banda terrorista. Lo que se quiere es seguir permaneciendo en la ‘legalidad’, es decir, que no estén fichados por la Guardia Civil.
Una de las situaciones que más han llamado la atención a los expertos de la lucha antiterrorista tuvo lugar durante las pasadas Navidades. Tradicionalmente, los simpatizantes proetarras aprovechaban las cabalgatas del día de Reyes para lanzar sus proclamas. Disfrazados con monos blancos y con caretas, solían detener el paso de las carrozas en algunas localidades del País Vasco para colocar y hacer visibles, entre otros, carteles de ‘Euskal Presoak’.
Este año, en cambio, no ha habido tales manifestaciones. La Ertzaintza, que en otras ocasiones ha tenido que intervenir para disolverlos, este año no ha tenido que implicarse.
Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ECD explican que la ‘desaparición’ de las calles de los proetarras “no es buena”. El hecho de que se escondan tanto, indican, podría implicar que se van a ‘echar al monte’, en referencia a que podrían pasar a engrosar las listas de pistoleros.

domingo, 1 de febrero de 2009

ETA reanuda la actividad en Francia tras el paréntesis por la caída de la última cúpula dirigente

Los servicios antiterroristas franceses han detectado que ETA ha reanudado sus actividades clandestinas en Francia tras un paréntesis provocado por los arrestos consecutivos a finales de 2008 de los presuntos jefes del aparato militar, Garikoitz Aspiazu "Txeroki" y Aitzol Iriondo "Gurbitz". El reciente hallazgo en el centro y sur del país de tres vehículos robados delata ese resurgir operativo, que entronca con los 61 automóviles descubiertos el año pasado, una cifra comparable a las registradas en los dos ejercicios anteriores, tregua incluida. El último coche abandonado por los activistas etarras es un Volkswagen Touran que fue incendiado el pasado lunes por la tarde en un paraje boscoso del departamento de Alto-Loira (región de Auvernia). Los bomberos, avisados por un lugareño que divisó las llamas, no pudieron evitar que la carrocería quedara totalmente carbonizada. El monovolumen fue destruido en la cuneta de una carretera forestal que une el municipio de Céaux-d"Allègre con la pedanía de Chambeyrac. Este paraje del centro de Francia se encuentra a 69 kilómetros al oeste del lugar donde la jefatura militar de ETA tuvo instalado uno de sus puestos de mando durante el otoño. Se trata de una vieja casona de piedra que hasta hace unos años albergó la escuela municipal de Vialletons, una aldea perteneciente al ayuntamiento de Saint-Romain-Lachalm. Gurbitz llevaba encima al ser detenido la llave de la puerta de la vivienda por la que también había pasado Txeroki. La casa, recién restaurada por su actual propietario, fue alquilada a finales de agosto a un treintañero que presentó papeles falsos a nombre de Thomas Robert.
Los inquilinos, que instalaron una puerta de madera a la entrada del patio de la antigua escuela y tenían las persianas casi siempre bajadas, no volvieron a dar señales de su discreta vida desde primeros de diciembre, cuando fue detenido Gurbitz. Pero los vecinos escucharon ruidos la tarde de Año Nuevo, lo que explica que la Policía encontrara el interior limpio de elementos comprometedores. Este primer escondite descubierto en 2009 es en realidad consecuencia de una operación policial desarrollada el año pasado, ejercicio en el que solo fueron localizados nueve "lugares de implantación" de ETA en Francia. Bajo esa denominación los servicios antiterroristas franceses agrupan las viviendas, cocheras y otros locales destinados a la infraestructura logística de los diferentes aparatos. El menor número de hallazgos realizados respecto a los años precedentes no significa que los etarras estén menos presentes en Francia sino que los analistas policiales lo atribuyen a que han perfeccionado los procedimientos de seguridad para los alquileres, con lo que resulta más difícil detectarlos.
El termómetro más fiable del activismo clandestino sigue siendo el robo de vehículos. Los tres automóviles descubiertos en lo que va de año en las regiones de Aquitania, Auvernia y Languedoc-Rosellón son interpretados como un síntoma de que ha concluido el periodo de inactividad y autocrítica posterior a los golpes policiales de importancia. La reanudación progresiva de la actividad y la época invernal con carreteras menos practicables explican que los hallazgos sean inferiores a la media mensual habitual. En 2008 el número de vehículos recuperados de robos atribuidos formalmente a ETA en Francia permaneció estable. El total asciende a 61 utilitarios y turismos, algo menos que los 68 registrados en 2007 y los 70 de 2006. También fueron robados en Francia los tres automóviles empleados como coches bomba en los atentados en septiembre contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa, la Caja Vital en Vitoria y una residencia militar en Santoña. Esta última explosión acabó con la vida del brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz. Los balances policiales establecen que la actividad de ETA en Francia fue en 2008 similar a la de los dos años precedentes con fases de ralentización tras las repetidas bajas en la cúpula causadas por las Fuerzas de Seguridad. La única diferencia notable respecto a lo ocurrido en el trienio 2005-2007 estriba en que esta vez los estadillos no reflejan la comisión de ningún robo a mano armada en fábricas, arsenales o almacenes por parte de los comandos especializados en asaltos.

ETA reconoce que pasa por una grave crisis y es necesario un cambio organizativo

Uno de los últimos documentos incautados a ETA por las fuerzas de seguridad presenta a una banda terrorista vulnerable, insegura, que reconoce que las medidas policiales y judiciales adoptadas en los últimos años la han "asfixiado" y que considera que su sector político lo ha hecho tan mal que debe "asear su casa"."Debemos clavar el hacha al enemigo en los talones de barro, no en los pechos forrados de armadura", dice el documento, como propuesta para salir de lo que califica como "crisis operativo-militar".El comunicado -hecho público el pasado viernes y recogido en una información que publicaba ayer el diario ´El Mundo´ en su edición digital- es una autocrítica furibunda fechada a finales de 2008 con la que la dirección de la banda intenta buscar salidas. Y eso sin saber a esas alturas que un par de operaciones más contra su cúpula y contra la nueva mesa nacional de Batasuna iba a minarla todavía más.Es el reconocimiento de una "crisis" que no impide que las fuerzas de seguridad estén convencidas de que ETA, para conjurarla, intentará un atentado de gran repercusión antes de los próximos comicios vascos. "El conocimiento exacto que tiene el enemigo de nuestro funcionamiento ha convertido a la organización en muy previsible en su forma de actuar", admite ETA.En los siguientes, deja entrever una fuerte preocupación por su futuro y una necesidad por modernizarse. "Los errores repetidos durante años nos exponen la necesidad de efectuar un cambio organizativo total para crear una organización de futuro efectiva y ágil", exponen.