domingo, 4 de enero de 2009

Erkoreka dice que pensar que la acción policial puede hacer que ETA acabe como el GRAPO es "asumir que no va a acabar"


El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, declaró a Europa Press que pensar que la acción policial puede hacer que ETA acabe como los GRAPO es "asumir que no va a acabar" porque sólo por esa vía no se tendrá la certeza de que ha terminado la violencia y de que no va a haber rebrotes.
A su juicio, "ETA se está cerrando las puertas a si misma" y cree que, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegura que ya no habrá más oportunidades para el diálogo, está poniendo de manifiesto que "ETA ha agotado todas las ocasiones".
OPORTUNIDADES PARA LA PAZ, NO PARA ETA
Ahora bien, pidió no confundir las oportunidades de ETA con el camino para la paz. "Espero que cuando Zapatero habla de las oportunidades de ETA que se han agotado, no esté hablando de las oportunidades de la paz, porque lo que tenemos que hacer todos es procurar que la paz no pierda oportunidades --agregó--. Las oportunidades son para la paz, no para ETA".
En cuanto a la teoría de que ETA puede acabar como el GRAPO, Erkoreka quiso recordar que el GRAPO no ha terminado, que todavía se producen detenciones de vez cuando y acciones aisladas, por lo que la equiparación entre ambas organizaciones supone dar por sentado también que ETA no se acaba.
"Acabar como el GRAPO equivale a no acabar porque quién tiene la certeza de que el GRAPO, pese a su inmensa debilidad operativa, no constituye un mínimo peligro porque existe el riesgo de que pueda rebrotar la tentación de practicar la violencia --argumentó--. El problema de suponer que por la vía policial se ha derrotado a una organización terrorista radica en que no hay certeza absoluta de que se haya acabado con ella, y existe el riesgo de que pueda rebrotar".
Además, insistió en que "es difícil asimilar" a las dos organizaciones terroristas, máxime cuando en el caso de ETA, "que está más concentrada en un territorio y tiene apoyo político y social, ese tipo de escenarios son más difíciles de conseguir".
Lo que sí destacó son las "posiciones abierta y públicamente discordantes" en el colectivo de presos de ETA, algo que en su opinión "puede ser reflejo de desencuentros al más alto nivel". "Esos pronunciamientos abiertamente contrapuestos del colectivo de presos, es un buen síntoma y significa que las unidades monolíticas en torno a posiciones impuestas desde la cúpula de la organización están tocando a su fin, si no han quebrado definitivamente", apostilló.
El dirigente del PNV declinó considerar el asesinato de Ignacio Uría, un empresario euskaldún con raigambre en Azpeitia, como una "estrategia novedosa" por parte de ETA pues considera que "cualquier ciudadano puede ser víctima de ETA, sea empresario, policía o mil pretextos que han utilizado para matar".

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