viernes, 5 de diciembre de 2008

Aitzol Iriondo, el nuevo jefe militar de ETA

Donostiarra de 31 años, Aitzol Iriondo comenzó su carrera terrorista en 1994, cuando fue detenido por los sucesos ocurridos en San Sebastián en protesta por la muerte del etarra José María Igerategi, que perdió la vida al estallarle la bomba que transportaba. En 2002 fue nuevamente detenido, esta vez por la Ertzaintza, durante una operación contra el terrorismo callejero. Sólo unos meses después, en octubre, el pistolero huyó a Francia tras la desarticulación de un «talde» llamado «K-Zelatun», de apoyo al «comando Donosti». Desde entonces se encuadró en la estructura de la banda en Francia.

En ese país está condenado en rebeldía en dos ocasiones, en 2007 y este año. Se le considera un tipo frío, que encarna la línea más dura de la banda, si bien no está demostrada hasta el momento su participación directa en asesinato alguno.

No obstante, algunas fuentes de la lucha antiterrorista consideran, dado su perfil criminal, que podría estar relacionado con tres asesinatos aún sin resolver: el cometido en 2001 en un bar de Lasarte del que fue víctima el concejal socialista Froilán Elespe; el del sargento de la Policía Municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundúa, perpetrado en febrero de 2003, y el del presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad. Incluso, hace algunos meses se le consideraba autor de los asesinatos en Capbreton de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero.

El perfil que hace de ‘Gurbitz’ quienes le interrogaron es este:

-- Es más duro que ‘Txeroki’, más sanguinario y más ‘echado para adelante’ cuando se trata de atentar.

-- Esta predisposición no significa que sea un “loco” o un temerario. Ni mucho menos. Iriondo es “muy inteligente” y no asume riesgos innecesarios.

-- Se encuentra muy bien posicionado en la dirección de la banda. Es decir, la cúpula, encabezada por ‘Pastor’ y ‘Dienteputo’ conoce sus cualidades y por eso cuenta con él.

-- Su apuesta, más que por poner bombas aisladas en repetidores o juzgados, pasa por atentados selectivos, bien a través de potentes coches bomba o mediante el tiro en la nuca.

Las fuentes consultadas apuntan a que el escenario que se abre con el liderazgo de Aitzol Iriondo es diferente al que había con ‘Txeroki’ por las propias características de su sucesor. En este sentido, añaden, los movimientos de ‘Gurbitz’ van a ser mucho más calculados y difíciles de detectar para las Fuerzas de Seguridad.

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