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Es cierto: el Gobierno no está negociando con ETA; como tampoco lo hizo cuando se dialogó con ella y se le concedió la lenta, pero segura, autodeterminación de Euskadi y la entrega de Navarra. Mentían quienes atribuían al Ejecutivo ese mercadeo, especialmente el PP y Rosa Díez, a los que debe acusárseles de falsedad. Porque quien mercadeaba no era el Gobierno, sino el PSE-PSOE, el socialismo vasco que preside Jesús Eguiguren con el apoyo del candidato a lehendakari, Patxi López.
Quizás estos socialistas estén conversando nuevamente con ETA, con ANV-Batasuna, y con el resto de los nacionalistas, incluida la Izquierda Unida local. Pero, que quede claro: el primer ministro y su Gobierno no lo hacen. Por tanto, si los socialistas vascos ceden nuevamente a las exigencias de ETA, no será por orden del Rodríguez Z, jefe del Ejecutivo, sino con la aprobación del secretario general del PSOE, Rodríguez Z. Es que un líder socialista no puede desautorizar a su gente, Eguiguren y López, como tampoco lo hizo en las conversaciones de Loyola. Claro que después los etarras podrían desbaratar todo poniendo bombas en Barajas para acelerar la autodeterminación comprometida, como hace ahora dos años.
Patxi López ha anunciado que desea la máxima independencia del PSE para pactar con los nacionalistas. Así que el Rodríguez Z del PSOE discutirá apasionadamente con el Rodríguez Z del Gobierno y le impondrá que acepte el arreglo. Z encarna dos personalidades binitarias (Dios es trinitario). La más poderosa será la del jefe del PSOE, porque el presidente deberá obedecer a su secretario general.
Señores del PP y Rosa Díez, sean serios, rigurosos: el presidente no quiere pactar con ETA, aunque otra cosa es que le obligue, quizás disgustándolo, el líder del Partido Socialista, Rodríguez Z.
Quizás estos socialistas estén conversando nuevamente con ETA, con ANV-Batasuna, y con el resto de los nacionalistas, incluida la Izquierda Unida local. Pero, que quede claro: el primer ministro y su Gobierno no lo hacen. Por tanto, si los socialistas vascos ceden nuevamente a las exigencias de ETA, no será por orden del Rodríguez Z, jefe del Ejecutivo, sino con la aprobación del secretario general del PSOE, Rodríguez Z. Es que un líder socialista no puede desautorizar a su gente, Eguiguren y López, como tampoco lo hizo en las conversaciones de Loyola. Claro que después los etarras podrían desbaratar todo poniendo bombas en Barajas para acelerar la autodeterminación comprometida, como hace ahora dos años.
Patxi López ha anunciado que desea la máxima independencia del PSE para pactar con los nacionalistas. Así que el Rodríguez Z del PSOE discutirá apasionadamente con el Rodríguez Z del Gobierno y le impondrá que acepte el arreglo. Z encarna dos personalidades binitarias (Dios es trinitario). La más poderosa será la del jefe del PSOE, porque el presidente deberá obedecer a su secretario general.
Señores del PP y Rosa Díez, sean serios, rigurosos: el presidente no quiere pactar con ETA, aunque otra cosa es que le obligue, quizás disgustándolo, el líder del Partido Socialista, Rodríguez Z.
(Crónicas Barbaras. Manuel Molares Do Val. Periodista. El Correo Gallego)
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