lunes, 8 de diciembre de 2008

PGP, la pesadilla de la lucha antiterrorista y la nueva arma etarra

Un mayor esfuerzo tecnológico, especialmente en Francia. Es la petición de expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, que urgen la articulación de un sistema que permita desencriptar en el menor tiempo posible los archivos que los miembros de ETA protegen con el sistema PGP (Pretty Good Privacy). La preparación del atentado en el que fue asesinado en Azpeitia (Guipúzcoa) Ignacio Uría estaba, «casi con toda seguridad», en los ordenadores y memorias USB hallados en poder de Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», y Leire López, «Jare», que dirigían los «comandos» de la banda. Una acción criminal como la que costó la vida al empresario guipuzcoano requiere de una preparación de varias semanas e incluso meses.

Primero, tienen que llegar a Francia los datos sobre la víctima y sus costumbres que recaban los informadores etarras de la zona. Después, al ser un atentado que se sale de lo «habitual» (Fuerzas Armadas o de Seguridad), la decisión sobre su ejecución la tiene que tomar el «Zuba» (comité ejecutivo) o el «Zuba dinamika» (comité reducido). Todo ello lleva un tiempo y «Txeroki» y «Jare» fueron detenidos el 18 de noviembre, fecha en la que, según las citadas fuentes, el proceso que concluyó en el asesinato de Uría había terminado o estaba a punto de finalizar.

De haber contado con una tecnología para descifrar los archivos de manera inmediata, ésta y otras acciones criminales se habrían podido evitar. «Llaves» El PGP es un programa que se puede conseguir gratuitamente en internet en pocos minutos. Es fácil de usar -lo utilizan los etarras- y permite proteger archivos y correos con unas claves que, en teoría, hacen imposible acceder al que no tenga esas «llaves».

En un manual de ETA que se utiliza para la formación de nuevos pistoleros y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, los «técnicos» de la banda dan consejos básicos a los pistoleros para que las Fuerzas de Seguridad no puedan acceder a los archivos: «Nunca dejéis en cualquier parte vuestras contraseñas; el nombre de tu compañer@, la fecha de nacimiento y contraseñas por el estilo son las más sencillas de encontrar (las mejores son las que usan una frase, y mejor si sólo contiene signos de puntuación o combinaciones especiales de teclas en lugar de signos alfanuméricos)». «Si manejamos programas de seguridad y claves para proteger nuestros documentos, -agrega- lo mejor es tenerlos guardados siempre en disquetes aparte».

El sistema PGP se basa en la existencia de una doble clave. Una es «pública», que la conocen todos los que envían correos o tienen acceso al ordenador en cuestión; y otra «privada», que forma parte del programa y que sólo conoce el que está autorizado para entrar en determinados archivos.

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